Ubicado en el km. 47 de la Autovía de Extremadura (A5), este asador, restaurante y bodega es uno de los grandes rincones (casi) secretos que no faltan en las listas de los gourmets avispados, especialmente de los aficionados al vino. Porque si bien su amplia barra dignifica el concepto de parada rápida con su oferta de raciones o bocadillos de gran calidad, y su restaurante muestra una encomiable preocupación por abastecerse de los mejores proveedores, no cabe duda de que su oferta vinícola está a otro nivel (son varios los artículos situándola entre las diez mejores de España). Una rara avis fruto de la pasión de Raúl Barroso y Carlos Víctor Zumajo, capaces de rentabilizar una apuesta arriesgada a base de conocimiento, amabilidad y perseverancia.